- Área: 310 m²
- Año: 2016
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Fotografías:Gonzalo Viramonte
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Proveedores: Acero Latina, Edificor, El Constructor
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Tuve la posibilidad de proyectar y construir, cinco casas propias para vivienda familiar y personal, a lo largo de mi vida profesional. Las mismas respondieron cada una en su momento, a las necesidades espaciales familiares y al imaginario estético y compositivo propio, también de cada etapa.
En esta que nos ocupa, los hijos ya se habían independizado, de manera que el programa de necesidades se circunscribía a una pareja de adultos, un estudio reducido, más los recuerdos y obras de arte, coleccionadas en años. De esta manera, la disposición de ambientes fue muy simple, casi elemental, con un ingreso jerarquizado en doble altura, y una distribución triple hacia el sector de estar y servicios, otro hacia el sector dormitorios y baños. El tercero mediante escalera metálica suspendida por tensores metálicos, conduce desde ese ingreso con gran diafanidad por el acompañamiento de grandes paños vidriados, hacia el estudio y terrazas superiores.
Dicho ingreso, se separa del sector servicios, mediante una “incisión” espacial, que con su tratamiento de piedras naturales y erizados agaves, traspasan visualmente el estar, hacia el jardín. Todos los ambientes principales, profusamente vidriados, se abren hacia una pérgola posterior, liviana, que tamiza la luz directa del norte, con membranas suspendidas de chapa ondulada. La funcionalidad tan explícita de la vivienda, se debía materializar con una morfología también simple. Tomando ideas de Fuksas, en cuanto intentar en obras de escala doméstica, aplicar el concepto de “esculturas habitables”, comenzaron en los croquis a aparecer formas directas, lo menos caprichosas posible, pero que aportaran “gestos” arquitectónicos contundentes. Así surgió la presencia de un paralelepípedo “acostado” en planta alta, que se apoya volando sobre el ingreso, y sale “extruido” hacia atrás, sobre el volumen monolítico de planta baja. Este ingreso, hacia adelante se ortogonal iza con dos pantallas asimétricas colgantes, que protegen y jerarquizan escultóricamente, dicho ingreso.
En paralelo se ubicaron, unas losas voladizas bajas, para alojar los cuencos metálicos, que preceden la casa. A su vez, la fachada se ha complementado con barandas de membranas metálicas, que otorgan una trama grisácea, que aporta abstracción y liviandad a los volúmenes. Este cuerpo superior, correspondiente al ingreso y al estudio, oficia de potenciador de lo escultórico, y fue concebido con losa maciza de hº aº, de dos alas asimétricas. Hacia atrás, el volumen del estudio se resalta en forma telescópica, aludiendo a la forma arcaica e icónica, de la “cabaña” habitada por tantas culturas. El tanque se monta sobre este volumen pasante, mediante pantallas cribadas, que enmascaran el recipiente.
La terraza del estudio, tiene un guiño en su pantalla posterior, a la casa del lago, de Le Corbusier, aunque esta no mira hacia el lago Lehman, sino, a un bosquecillo posterior de siempre verdes y laureles. ( Si el cine lo hace, porque no la arquitectura?)
Un espacio diferenciado, ubicado hacia del fondo del terreno, conforma las cocheras, quincho y parrilla. Su factura también se desarrolló, con economía de recursos formales, y se materializo, mediante columnas metálicas esbeltas, paneles de chapa de cubierta con aislación incluida, y una cenefa de chapa galvanizada, pintada negra. Este pabellón posterior, vendría a representar también la iconografía de la casa Farnsworth de Mies, “negra” en lugar de blanca, pero construida con herreros y terminaciones del tercer mundo.